Estimados Amigos:
Gracias por su paciencia y comprensión. Haremos todo lo posible por que
continúe la emisión del calendario astronómico ilustrado.
Aprovechamos la presente para desearles felices fiestas en compañía de sus
seres queridos y los mejores deseos para el año venidero. Que en 2003 vean sus
proyectos cristalizados y que tengamos todos muchas, muchas noches despejadas
para disfrutar el bello espectáculo de la bóveda celeste.
Espero disfruten el siguiente artículo.
¿Qué fue la estrella de Belén?
Buena pregunta, hasta el momento nadie sabe qué fenómeno celeste guió a los
magos de oriente hasta Belén. Pudiera tratarse de un cometa, una supernova, una
alineación planetaria o algo más. ¿Podemos descartar o confirmar algunos de
estos cuerpos? Depende de su naturaleza...veamos.
Los cometas son cuerpos que orbitan al Sol y por lo tanto pertenecen al
Sistema Solar. Provienen de regiones alejadas y frías. Al estar hechos de hielo,
la radiación solar “despierta” a los gases congelados y éstos salen disparados
con gran fuerza de su superficie, dando al cometa un aspecto muy variado, según
su distancia al Sol, a la Tierra y la perspectiva desde la cual es
observado.
Las supernovas son estrellas que explotan súbitamente por un “problema” de
sobrepeso. Estrellas como el Sol no pueden explotar, pero las estrella más
masivas de la Galaxia ( 20, 30 o 40 veces más masivas que el Sol) alcanzan
temperaturas y presiones elevadísimas y se vuelven inestable. Estas estrellas
calientes evolucionan precozmente y mueren al poco tiempo, viviendo “solamente”
5 a 10 millones de años: un suspiro en la escala cósmica. La explosión de una
supernova es tan violenta que si alguna estallara cerca del Sistema Solar, sería
el fin de la vida en la Tierra. Una oleada de radiación mortífera bañaría a
nuestro planeta, esterilizándolo.
Las alineaciones planetarias son muy comunes, suceden cuando desde la
Tierra observamos que dos planetas, (o un planeta y la Luna) cruzan su camino en
el cielo y parecen reunirse teniendo como fondo alguna constelación del Zodíaco.
El movimiento propio de la Tierra, los planetas y la Luna es el responsable de
este fenómeno y como los planetas se desplazan sobre órbitas cuyos planos se
asemejan, no tardan en repetirse estas alineaciones.
Aunque es difícil establecer la identidad de la estrella de Belén cada
fenómeno mencionado tiene sus limitantes en espacio y tiempo:
Desde el momento en que se establece que los magos caminaban hacia el
occidente, podemos descartar objetos celestes que se encuentren alejados del
horizonte occidente y por tanto la “estrella de Belén” se habría manifestado
cerca del ecuador celeste. Todos los fenómenos que pudieran acontecer en esa
época en los extremos norte y sur de la bóveda celeste quedan por lo tanto
eliminados. De acuerdo con las escrituras, la “estrella” se desplazó por el
cielo hasta detenerse sobre Belén. Considerando el tiempo de viaje de los magos
desde oriente, hemos de considerar cuando menos un mes de visibilidad.
Comúnmente se festeja la noche buena y navidad el 24 y 25 de diciembre, sin
embargo esta es una continuación de la tradición romana de festejar “nacimiento”
del Sol que “renace” cada año resurgiendo del horizonte sur en el solsticio de
invierno. Ahora el solsticio de invierno sucede el 23 de diciembre, gracias a la
precesión terrestre. Probablemente el nacimiento de Jesús haya sido más cercano
al equinoccio de primavera, alrededor de marzo o abril. La Iglesia Romana
estableció en el concilio de Nicea del año 353-354 que la “Navidad Cristiana” se
festejara en lugar de la “Navidad Pagana”. Por si fuera poco, el año cero de
nuestra era tampoco coincide con el año en que nació Jesús.
Quienes estudian la evolución del calendario estiman que tal acontecimiento
pudo darse entre octubre del año 2 antes de nuestra era y marzo-abril del año 5
de nuestra era. Así que este es nuestro período para buscar coincidencia entre
los cuerpos celestes conocidos y la estrella de Belén.
Si trazamos en el cielo una línea este-oeste (sentido en que viajaban los
magos) estaremos señalando el ecuador celeste, donde encontramos las
constelaciones Piscis, Aquarius, Aquila, Serpens, Ophiuchus, Virgo, Leo,
Sextans, Hydra, Canis Minor, Monoceros, Orión, Taurus y Cetus. Sin embargo estas
constelaciones no son visibles continuamente. Se pierden tras el resplandor
solar cuando menos un par de meses al año.
Las supernovas suceden preferentemente en el plano de la Vía Láctea, por lo
que podemos inclinarnos por las siguientes constelaciones: Aquila, Serpens y
Ophuchus (visibles sobre el horizonte oeste en los atardeceres decembrinos) o
Canis Minor, Monoceros y Orión (visibles sobre el horizonte oeste al anochecer
de abril y mayo). Desafortunadamente, no existen registros de ninguna supernova
en este período y en estas constelaciones. Una supernova así no podría pasar
desapercibida y sería documentada en todo el planeta. Por si fuera poco, una
supernova no tiene movimiento propio contra las estrellas de fondo, por tanto,
no puede “posarse” sobre una ciudad. La estrella de Belén no fue una
supernova.
Las alineaciones planetarias o conjunciones podrían ser también
interpretadas como la “estrella de Belén”, si bien es cierto que los planetas
estaban plenamente identificados unos 2,000 años antes del nacimiento de Jesús.
Algunos sugieren que el encuentro entre Júpiter (dios supremo de los Romanos) y
Saturno (dios del Tiempo y padre de Júpiter) sobre Piscis fueron interpretados
como el anuncio de la llegada del Hijo de Dios, sin embargo esto sucedió en el
año 7 antes de nuestra era (con una anticipación de 5 a 12 años de la fecha en
cuestión). Curiosamente, un año después, Marte (dios de la Guerra) se unió a
Júpiter y Saturno (¿formando una Trinidad?) Resulta interesante encontrar estas
coincidencias, si bien una conjunción es visible en toda la Tierra y los
planetas no señalan un sitio en concreto. Algunos especula que Piscis representa
al pueblo de Israel.
Los cometas pueden moverse con relativa rapidez por el cielo y su cabeza
brillante puede parecer que señala hacia algún lado ( alguna vez se pensó que un
cometa era el dedo acusador de Dios contra los pecadores, y el aviso de que
vendría un castigo sobre el pueblo señalado) . La combinación de los movimientos
propios de un cometa y de la Tierra pueden sugerir que un cometa se
detiene.(Sucede lo mismo con los planetas y se dice que están brevemente
“estacionarios”) ¿Fue la estrella de Belén en realidad el Cometa de Belén? No lo
sabemos, el único registro astronómico “sospechoso”de la época fue un cometa
descrito por los chinos en el año 5 antes de nuestra era. El cometa fue visible
durante 70 días. Otro cometa famoso fue el Halley, que cruzó el cielo el año 12
antes de nuestra era, con un corrimiento de 10 a 17 años respecto al
nacimiento.